EUROPA
PRESS
26 noviembre
2019
Los
3 alimentos que debes evitar a toda costa
Comer mejor o peor está en nuestra mano
casi siempre. La pena es que los productos alimenticios menos saludables
generalmente son los que más nos gustan o apetecen. Se trata de los ultraprocesados, productos industriales y que estimulan
nuestro apetito de forma artificial, cuando en realidad es poco o nada lo que
nos aportan nutricionalmente, y favorecen la aparición de cáncer y de
enfermedades cardiovasculares.
En este sentido, el dietista-nutricionista Carlos Ríos avisa
en una entrevista con Infosalus que pueden detectarse
estos productos ultraprocesados si contienen más de 5
ingredientes y entre estos se encuentran los azúcares, las harinas refinadas,
los aceites vegetales refinados, los aditivos o la sal.
"Un buen yogur sólo necesita dos ingredientes, leche y
fermentos lácticos. Si tiene siete sospecha de que algo sobra", llama la
atención por su parte la doctora en Farmacia y graduada en Nutrición Humana y
Dietética Marián García, en 'El Jamón de York no
existe. La Guía para comprar saludable y descubrir los secretos del
supermercado' (La Esfera de los Libros).
Así, en su nuevo manual la también conocida como 'boticaria
García' llama a estos productos ultraprocesados los
"'zorromostros nutricionales'" o productos
"extraños y terriblemente feos". "Quizá no son feos por fuera,
pero sí por dentro, desde el punto de vista nutricional. (...) Al pobre lo han
transformado tanto y le han añadido tantos ingredientes superfluos que hoy no
le reconocería ni su padre", afirma.
En concreto, explica que estos productos partieron de una
materia prima quizá decente pero que ya no hay por dónde cogerla, y dentro de
estos productos ultraprocesados destaca dos tipos de
productos: el surimi y la carne separada
mecánicamente.
Empezando por el surimi, Boticaria
García recuerda que 'surimi', en realidad, significa
'carne picada'. "Es una mezcla de distintos tipos de pescado que se
trocea, se estabiliza y se enjuaga con agua hasta volverse una masa gelatinosa
de proteínas. ¿Y qué pescados son? Si el fabricante no suelta prenda, ni lo
sabes ni lo sabrás. A pesar de que el pescado, fresco o congelado, siempre
tiene que indicar su especie en la etiqueta que lo acompaña, el surimi legalmente no tiene que hacerlo", relata la
especialista en Nutrición.
Su principal peculiaridad: "Hablamos de un ultraprocesado elevado a la categoría máxima ya que ni
siquiera se puede saber de qué está hecho. A partir del surimi
se obtienen los famosos palitos de mar, mal llamados 'palitos de cangrejo', y
los sucedáneos de angulas".
En general, indica que en los palitos de mar entre el 28 y
el 40% es surimi. "En el mejor de los casos el
segundo ingrediente suele ser agua. Y digo en el mejor de los casos porque hay
palitos de mar en los que hay más agua que surimi.
Después llega el turno del almidón, un producto que también se emplea para los
fiambres y salchichas de baja calidad. Lleva también aceite de girasol o de
colza, precisamente no son los aceites de mayor valor nutricional (aunque el de
colza no está mal). Azúcar, sal y aditivos. Con suerte encontraremos la palabra
'cangrejo' como 'aroma de cangrejo'", subraya.
A su vez, lamenta que se trata de productos que sólo tienen
un 5% de proteínas, mientras que el pescado cerca del 20%; engordan poco, sí,
pero advierte de porque contienen mucho agua, pero poco valor nutricional.
En el caso concreto de los sucedáneos de angula,
"primos hermanos de los palitos de cangrejo", la doctora en Farmacia
sostiene que sucede lo mismo pero cambiando los aromas y poco más.
"Conclusión: Olvidémonos de los sucedáneos y comamos pescado".
Carne separada
mecánicamente
El tercer alimento del que, a su juicio, hay que huir
totalmente también es la carne separada mecánicamente, que se obtiene a partir
de la carne que queda en las canales de animales una vez que se han eliminado
los cortes principales, es decir, los restos de carne que quedan pegados al
hueso. "Estos restos se pueden separar por medios mecánicos y utilizarse
en otros alimentos", lamenta.
Boticaria García fija dos tipos principales de carne
separada mecánicamente:
·
Carne separada mecánicamente usando alta presión, por la que se
obtiene un producto similar a una pasta que, curiosamente, se emplea para hacer
productos que se dan a los niños, tipo los 'nuggets'
o las salchichas.
Aquí hace especial mención a las salchichas de Frankfurt,
elaboradas a partir de la carne separada mecánicamente, y que no presentan ni
un 50% de carne. "La suma de la carne separada mecánicamente de pavo y de
pollo ni siquiera alcanza el 50% de la composición. El resto es principalmente
agua, grasa de cerdo y almidón", advierte.
·
Carne separada mecánicamente utilizando la baja presión, donde se
obtiene un producto similar en apariencia a la carne picada.